Esta es una de las preguntas que trata de explicar la psicología positiva. Es que la búsqueda consciente de la felicidad es una de las características que nos distinguen como seres humanos. Si nos ponemos a pensar, detrás del anhelo de ser exitoso, casarnos, tener familia, emprender un negocio, viajar, comprar un carro, la autorrealización, tener una vida con propósito, el desarrollo espiritual entre muchas otras cosas, se encuentra el verdadero motivo que impulsa al ser humano, que es el ser feliz. La Dra. Vera establece en su libro que la búsqueda de la felicidad es universal. Esta aseveración es muy cierta, como nos dice la autora, a lo largo de su historia el ser humano, independientemente de su cultura, raza o religión, se halla en una búsqueda constante de la felicidad, que ha permanecido invariable a lo largo del tiempo. A pesar de los contratiempos que se nos presenta en la vida, el fracaso o el dolor siempre anhelamos ser felices.
Al hablar de felicidad o bienestar emocional nos referimos:
“La experiencia de alegría, satisfacción o bienestar positivo, combinada con la sensación de que nuestra vida es buena, tiene sentido y vale la pena”.
Lyubomirsky ,2008
La persona realmente feliz no niega sus emociones negativas o los momentos de angustia que le tocó vivir; sino que decide enfocarse en sus emociones positivas, puede ver el lado por el cual estar agradecido y disfrutar de todo lo bueno de la vida. Esta es una decisión que lo lleva a valorar su vida y poder ver que a pesar de los momentos difíciles, la vida es buena, tiene sentido y vale la pena vivirla. A pesar de que hoy estoy llorando no quiere decir que mañana podre reír. Este es un estado de bienestar sano, lleno de fe y esperanza.
¿Cómo se logra esto?
La Dra. Sonja Lyubomirsky, señala que se han realizado investigaciones y se ha descubierto tres factores que influyen en la felicidad o bienestar emocional de una persona, esto son: la genética, la circunstancia y la actividad intencional.
– Genética: Se estima que la genética influye un 50% de la felicidad. Es decir que nacemos con una predisposición a cierta cantidad de felicidad.
– Circunstancia: Los estudios revelaron que las circunstancias de la vida influyen en un 10% de la felicidad. Es decir, los momentos felices, por ejemplo, estar en una fiesta, ganarme la lotería o el logro de una meta. Uno se siente muy feliz por un tiempo, pero esta emoción es de poca duración. De la misma forma una situación que afecta a una persona como la muerte de una familiar, problemas económicos o un divorcio. Al principio nos vamos a sentir muy tristes, pero luego nos vamos adaptando y los niveles emocionales tienden a volver a su línea base.
– Actividad intencional: Por último, este estudio revela que el 40% de la felicidad puede ser influenciado por alguna actividad intencional. De las tres variables de la felicidad, ésta es la que está totalmente en nuestras manos. En otras palabras, podemos generar felicidad o bienestar emocional a través de las acciones que realizamos. Por ejemplo, cuando escogemos sentarnos frente al mar y disfruta de la naturaleza o llamar a un amigo en vez de decidir quedarnos en casa mirando el techo pensando en los problemas. A mí me gusta decir que la felicidad no va a tocar la puerta de tu casa; sino que somos responsable de crear momentos de bienestar. Es por esto, que en la psicología positiva se utiliza las actividades intencionales como una herramienta para ayudar a las personas a incrementar el bienestar emocional.
Desarrolla hábitos de bienestar
Esto es como comenzar una rutina de hacer ejercicio o una dieta. Una acción aislada no es suficiente, se necesita realizar acciones diariamente hasta que se convierta en hábitos saludables. El reto está, en crear diariamente micro momentos que nos generen bienestar emocional. Piensa en tu celular, si no lo recargas diariamente dejará de funcionar. El bienestar es igual, necesita ser recargado con actividades que te guste hacer, variándola, que funcione según tu estilo de vida y tiempo disponible. Entre ellas podemos mencionar: Pescar, jugar con el perro, compartir con tus hijos, leer un libro, hacer ejercicio, escuchar música, tocar un instrumento, orar, leer la biblia, cantar, disfrutar de la naturaleza, dibujar, jugar ajedrez etc. Así, que puedes comenzar hoy a trabajar con tu felicidad o bienestar emocional.
Para concluir, quiero contestar de una forma afirmativa la pregunta con la cual comenzamos. Sí, si se puede volver a experimentar momentos de felicidad a pesar de la adversidad.