Por Wanda Irizarry, MTS
Vivimos en un mundo de prisas. Nos impulsan a hacer las cosas lo antes posible, sin importar lo que cueste en nuestro entorno personal, porque a esa pronta respuesta la llaman: eficacia. Todos los años nos bombardean con todo tipo de promoción de como hacer una lista de resoluciones de año nuevo. Te reúnes en la fiesta familiar y ahí están las preguntas sin contestación, en medio de una rica cena y tu disfrutándola y de momento tu tío con voz de trompeta dice: cuéntame, ¿qué harás este nuevo año?, ¿vas a terminar tus estudios?, ¿cuándo te casas? o ¿cuáles son tus metas?
Ha muchos le ha pasado sentirse abrumados por no poder gestionar una lista de metas para iniciar el año con un plan. Existen innumerables agendas y programas en el mercado que nos pueden apoyar para gestionar nuestro plan. Si aun no lo has realizado y ves que ya estamos a mitad del mes, quiero decirte que nunca es tarde para comenzar. Tienes una vida en tus manos con el permiso de soñar y de buscar eso que tanto anhelas en cualquier momento. No hay una fecha especifica para comenzar, pero sí la actitud para iniciar la búsqueda de tus metas. Comencemos por conocer que la meta es el resultado a largo plazo de lo que deseas lograr. Ese resultado lo podemos iniciar con pequeños pasos que puedas medir para lograr tu meta.
- Comienza mirando tu interior: ¿Qué te apasiona? Lo que has guardado en tu interior por tanto tiempo y sabes que es hora de salir en su búsqueda.
- Se específico al definir tu Meta: El conocer lo que quieres lograr te emociona y es una fuente de motivación o energía que te impulsaran para lograrlo.
- Establece un Tiempo: Existe una frase que dice: “El Tiempo es el tesoro mas valioso que tenemos, podemos producir más dinero, pero ¡no más tiempo!
Entre las preguntas que te puedes hacer para reflexionar están las siguientes:
- ¿Cuándo vas a comenzar?
- ¿Cuánto tiempo le dedicaras al día, a la semana, al mes para trabajar tu meta?
- ¿Cuándo esperas alcanzarla?
Nunca es tarde para comenzar. Los pequeños pasos nos conducen a nuevos comienzos. Neil Armstrong mientras daba sus primeros pasos en la superficie de la Luna en julio de 1969 dijo: “Este es un pequeño paso para un hombre, un gran salto para la humanidad”. Tu pequeño paso no sólo te transformará a ti, sino a todos los que te rodean.