Muchos de nosotros hemos soñado con lograr alguna meta o llegar a algún lugar determinado. Quizás soñamos con comprar una casa, establecer un negocio, subir de posición en nuestro trabajo, terminar de estudiar, escribir un libro, viajar, sobresalir en los deportes, entre muchas otras cosas. Pero ¿Qué nos detiene a movernos del lugar donde estamos al lugar donde queremos estar? Hoy te quiero hablar de uno de estos obstáculos, “el temor al fracaso”. Es el temor de no lograr nuestros sueños, de sentir que no somos lo suficientemente buenos o talentosos como para llegar a la meta. Esto nos paraliza y nos impide avanzar.
¿Qué podemos hacer para vencer el temor al fracaso?
Redefine el significado de fracaso. Debemos de redefinir lo que significa para nosotros fracasar. Fracaso no significa que somos unos fracasados, que tengamos falta de capacidad, que somos inferiores o que jamás lograremos nuestras metas. Tan solo significa que las cosas no salieron como habíamos planificado, que tuvimos fe para intentarlo y que no somos perfectos. Significa que debemos de luchar con mayor intensidad. Quizás nos tardaremos un poco más, pero sin duda lo lograremos.
No permitas que el temor al fracaso te controle. A veces esperamos que el temor al fracaso desaparezca para poder intentarlo. Esto no funciona de esta manera. Al preguntarle a varias personas que hicieron cosas impresionantes en su vida sobre si tenían temor a fracasar, la mayoría contestó que sí; pero, aun así, hicieron lo que tenían que hacer. Cuando intentamos hacer algo nuevo y creemos que esta más allá de nuestras capacidades, sentiremos temor. La única alternativa que tenemos es enfrentarlo.
Deja el perfeccionismo. Sentimos temor de no ser lo suficientemente buenos o talentosos. Por esto nos tardamos tanto en empezar. Porque queremos tener todo bajo control. La realidad es que nadie espera que, de la primera, hagas las cosas bien. La mayoría de las personas no son buenas al inicio de hacer algo nuevo. Con el tiempo y la práctica verás que te sentirás más seguro de lo que haces.
Salte de la zona de seguridad. El estilo de vida que tenemos nos hace sentir seguro. Es lo que conocemos. Para bien o para mal es lo que tengo. Aunque quizás no me gusta el lugar que me encuentro, no me muevo porque no sé lo que hay al otro lado. La zona de seguridad puede ser el trabajo, los amigos, donde estoy viviendo, entre otros. Representa mi situación actual. No me gusta, pero me hace sentir seguro. En ocasiones para poder lograr lo que queremos, tenemos que atrevernos a salir de esa zona de seguridad. En la vida tenemos que correr riesgos. Alguien dijo: “El hombre que hace cosas comete errores, pero no comete el más grande de los errores; el error de no hacer nada”. No hacer nada te podría hacer sentir seguro, pero te quita la oportunidad de tener éxito en la vida.
Aprende de tus fracasos. Thomas Edison, uno de los más grandes inventores del siglo XX, patentizó más de mil inventos, entre ellos la bombilla. Para poder lograr su producto fracasó en cientos de intentos. En un momento él dijo lo siguiente: “No son fracasos, he conseguido saber 1,000 formas de cómo no se debe hacer una bombilla”. Esta es una valiosa lección. Cuando asumimos esa actitud, el fracaso cambia su significado. Aprendamos de cada fracaso e intentemos hacerlo mejor hasta lograrlo.
Ten fe. Mientras que el temor al fracaso nos paraliza y no nos deja luchar por nuestros sueños, la fe unida con la acción nos mueve en dirección a nuestra meta. Aunque fallemos en el intento tendremos la fuerza y la esperanza para volverlo a intentar.
Se perseverante. Uno de los problemas que tenemos es la falta de perseverancia. Creemos que tendremos resultado inmediatos. Para lograr lo que queremos tenemos que ser perseverante. Conlleva tiempo y esfuerzo. Esto lo ilustra la vida del presidente Abraham Lincoln. Desde joven tuvo un sin número de fracasos. A los 9 años su madre murió. Luego, fracasó en sus negocios y se declaró en bancarrota. A los 27 años tuvo un colapso nervioso y estuvo en cama por 6 meses. Fue derrotado tres veces en las elecciones hacia el congreso. Pero al final en el 1860, gana la presidencia, convirtiéndose en uno de los presidentes más importante e influyentes de los E.U. Lincoln, hizo de cada pérdida una fortaleza, supo convertir cada derrota en un nuevo reto. Él dijo lo siguiente: “El camino era difícil y resbaladizo. Resbalé, pero me recuperé, diciéndome que aquello era un resbalón y no una caída”. .
La vida es muy corta y se vive una sola vez. Por esto no debemos dejar que las oportunidades nos pasen por el lado sin hacer nada. Revalúa lo que realmente quieres en la vida y determina si vale la pena luchar por eso. Si es así, te recomiendo que lo intentes con todas tus fuerzas.