Hoy te quisiera hablar sobre un tema que afecta directamente nuestra productividad y bienestar emocional. Me refiero la procrastinación, la cual se define como el hábito de postergar o dejar para más tarde actividades o situaciones que deben ser atendidas. Por ejemplo: “esa mujer u hombre que sabe que tiene que recoger el escritorio o su casa y no sabe por dónde empezar; siente pereza y se va a ver tv”. “Esta persona que tiene que entregar un trabajo dentro de 3 días. En vez de hacerlo se pone a leer un libro”. “Esa conversación que debes hacer con tu pareja y la sigues atrasando”. Una característica de la procrastinación es el hecho de que uno sabe que debe de hacer esa tarea, pero no la hace. Esto se queda en tus pensamientos como un pendiente, generándote malestar. La procrastinación es uno de los causantes principales de que muchas personas no se dispongan a lograr sus objetivos y logren su autorrealización. Es por eso por lo que le dedicaremos un tiempo para poder entender sus causas y como poder enfrentarla.
¿Por qué tendemos a procrastinar?
Existen por lo menos 4 causantes de la procrastinación:
– Una mentalidad perfeccionista. Por ejemplo, esa mujer que desea limpia su casa. Si presenta una mentalidad perfeccionista puede pensar “o limpio toda la casa en un día o no hago nada”. Esto provoca que postergue la limpieza de la casa para ese momento que lo pueda hacer todo a la misma vez.
– Somos víctimas de nuestro cerebro perezoso. Nuestra mente siempre intenta conservar energía. Cuando tenemos que hacer una tarea que requiere mucho esfuerzo automáticamente se generaran pensamientos que nos desmotivaran para mantenernos en descanso o realizando una actividad más placentera como ver tv.
– Una mentalidad de binoculares. Así, como al ver a través de un binocular que todo se ve agrandado; tendemos a exagerar y ver las situaciones como algo bien difícil y complicado. Por esta razón, cuando tenemos que realizar una tarea que para nosotros es complicada sentimos que no sabemos por dónde empezar.
– Somo demasiados optimistas. Podemos pensar: “todavía tengo mucho tiempo”, “a mí me gustar hacer las tareas bajo presión”. Esta manera de pesar provoca que atrasemos lo que tenemos que hacer.
¿Qué podemos hacer para dejar de procrastinas?
1. Crear conciencia. Es importante que podamos sacar tiempo para reflexionar sobre el problema de la procrastinación en nuestra vida. Puedes reflexionar utilizando las siguientes preguntas: ¿Cómo me está afectando? (vida personal, en el trabajo o en mis relaciones interpersonales). ¿Cómo me hace sentir?, ¿Qué está causando que postergues las cosas que debo hacer?
2. Subdivide las tareas: Esa tarea que la puedes percibir como un monstruo que no sabes por dónde empezar, subdivídelas en pequeñas tareas. Luego empieza desde la tarea más fácil hasta la de mayor dificultad. Por ejemplo, si vas a limpiar la casa. En vez de pensar en la totalidad de la casa completa, puedes dividirla en, primero voy a limpiar la sala, luego el cuarto y termino con el baño. Al enforcarme en esa subtarea se me va a hacer más fácil que pensar en limpiar toda la casa.
3. La técnica de los 10 minutos. Esta técnica fue establecida por Bluma Zeigarnik. Consiste en exponerte a la tarea que tienes que hacer por un espacio de 10 minutos. En vez de pensar que tienes que estar haciendo la tarea pendiente por 4 horas, piensa que va a ser tan solo por 10 minutos. Si al trascurrir los 10 minutos deseas continuar lo puede hacer, pero si no, puedes detener la tarea y ponerte hacer otra cosa. Esto te ayuda a que baje la presión psicológica de tener que hacer esa tarea tan difícil.
4. No busque hacerlo perfecto: Cuando sentimos que las cosas tienen que quedar perfectas de la primera vez hace que aumente la presión psicológica, provocando malestar. Mejor piensa, “Lo voy a hacer lo mejor que pueda”. “Poco a poco va a ir quedando como yo lo deseo”.
5. Controla las distracciones. Evalúa e identifica todos los distractores para que te puedas enfocar en la tarea que estas realizando.
6. Convierte la tarea en un reto. Hay tareas que tenemos que realizar que son bastante tediosas y aburridas, por esta razón reusamos hacerla. Puedes cambiar esto si convierte la tarea en un reto. Por ejemplo, tengo que entregar 10 informes escritos al finalizar la semana. Puedo calcular en cuanto tiempo puedo terminar un informe bien hecho. Luego puedo competir conmigo mismo para ver si puedo terminar el siguiente informe en el mismo o en menor tiempo. El reto hace que la tarea sea más interesante y puedes sentir que el tiempo pasa más rápido.
7. Puedes unir algo placentero con la tarea que estas realizando. Por ejemplo, por mi salud tengo que caminar todos los días por 45 minutos. El hacer ejercicio no es de mi agrado, ¿Qué puedo hacer? Puedo escuchar música o un audio libro mientras camino y de esta forma se me va a hacer más fácil hacer ejercicio.
Espero que estas recomendaciones te sean de mucha utilidad.