Cuenta la mitología griega que existía un escultor llamado Pigmalión. Un día este realizó una escultura de una mujer hecha de marfil, la cual nombro Galatea. Fue tal su belleza y perfección, que su autor terminó enamorándose locamente por ella. El mito continúa cuando Pigmalión conoce a la bella Afrodita y le cuenta todo el amor que sentía por la Galatea. A la mañana siguiente la estatua cobro vida por la intervención de Afrodita.
En la psicología, se utiliza este mito para establecer lo que se conoce como el efecto Pigmalión o la Profecía de Autorrealización. Así, como Pigmalión que tanto quiso creer que la estatua estaba viva que finalmente consiguió que así lo fuese; de la misma forma, las expectativas de otras personas que son significativamente importantes para nosotros pueden influenciar sobre nuestra vida, conductas, éxito y bienestar.
Cuando hablamos de personas significativas nos referimos a nuestros padres, abuelos, maestros, jefes, compañeros o cualquier otra persona que sea importante para nosotros o admiremos. El efecto Pigmalión requiere de tres aspectos para que puedan influir en una persona: creer firmemente en un hecho, tener la expectativa de que se va a cumplir y acompañar con mensajes que animen su consecución. (Sánchez H., 2005).
Por ejemplo, miremos el caso de este joven que sus padres tenían un buen concepto y esperaban lo mejor de él. Esto se reflejaba en su manera de comunicarse, los cuales podían decirle lo siguiente: “estoy orgulloso de ti, lo estas haciendo muy bien, llegaras muy lejos, etc.” Esto tiene un impacto directo en la autoestima de la persona. Esta internaliza el mensaje de forma inconsciente cree que es posible y se dispone a hacerlo realidad. Convirtiéndose de esta forma en una profecía positiva que se cumple. De la misma forma si los mensajes que recibió fueron: “eres un problema, nunca haces las cosas bien, nunca llegarás a ningún lado, eres un fracaso, etc.”. Estos mensajes serán internalizados de forma inconsciente, afectando su autoestima y generando creencias limitantes que provocarán que esa profecía negativa se haga realidad.
Con esto quiero expresarle que todo el mundo de alguna forma hemos sito influenciado positiva o negativamente por personas significativas en nuestra vida. En el proceso se han creados creencias que se han convertidos en profecías que poco a poco se están dirigiendo a su cumplimiento.
¿Qué podemos hacer?
1. Crear conciencia: Hay que crear conciencia de que el efecto Pigmalión o la Profecía de Autorrealización es real y que puede estar operando en nuestra vida.
2. Has una lista de las personas significativas y reflexiona como estas han influenciado en tu vida.
3. Identifica las creencias y trabaja sobre ellas. Si se han generado creencias potenciadoras, reflexiona sobre el efecto que han tenido sobre tu vida y que cosas puedes hacer para intensificarlas. Si se han generado creencias limitantes, reflexiona sobre ellas, identifica cual a sido su efecto en tu vida y sustitúyelas por creencias potenciadoras que te ayuden a lograr tus metas.
No es nuestro pasado, ni las experiencias buenas o malas que hemos vivido que deben decidir nuestro futuro, sino que está en nuestras manos. Para lograr esto, necesitamos crear conciencia y general los cambios necesarios.