Un hombre sonriente se encuentra en un estudio de arte rodeado de coloridas pinturas sobre caballetes.

¿Qué es el “Flow” o Fluir?

Desde la década de los 60, el Dr. Mihaly Csikszentmihalyi, el cual fue uno de los investigadores más destacados de la psicología positiva, se embarcó en una misión para entender qué hace que una persona este motivada y sea feliz. Para lograr esto decidió estudiar un grupo de artistas. Él quería descubrir que era lo que los movía a pintar o esculpir con tanta concentración sin que nada pudiera distraerlos y sin que existiera una recompensa externa de peso, como podría ser, obtener fama, éxito o bien una gratificación económica por la tarea realizada (Salanova et al., 2005).

Como resultado de sus investigaciones crea el concepto de Experiencias Optimas, la cual la definió como un estado mental en que la persona se encuentra completamente inmersa en una actividad para su propio placer y disfrute (Csikszentmihalyi, 1998). El descubrió que cuando una persona se encuentra realizando una tarea que disfruta comienza a surgir un sentimiento de total implicación con la tarea que se experimenta mientras la actividad está en curso.  En ese momento la persona siente un deseo de estar ahí y continuar haciendo lo que está realizando. La conciencia de sí mismo desaparece, y el sentido del tiempo se distorsiona. Las horas parecen minutos. Las acciones, pensamientos y movimientos se suceden unas a otras sin pausa. En ese momento la persona está teniendo un rendimiento optimo; es decir realiza la tarea obteniendo los mejores resultados posibles. Las experiencias optimas están correlacionadas al aumento de la productividad, incremento de la felicidad, el bienestar y la satisfacción vital, y se anida en los cimientos conceptuales de la psicología positiva.

Estas experiencias son tan gratificantes, que los pacientes del Dr. Csikszentmihalyi, lo describían como estar dentro de una corriente de agua o rio que los llevaba hacia adelante.  Es por esto por lo que comenzaron a llamar las experiencias optimas como “Flow” o fluir.

Es una experiencia universal

Lo más fascinante del concepto del “Flow” es que es universal. No conoce fronteras culturales ni limitaciones temporales. Personas de todo el mundo, de todas las edades y en todas las culturas, han experimentado el “Flow” en algún momento de sus vidas. Esto nos recuerda que la búsqueda de la felicidad y la realización es un anhelo humano común que trasciende las diferencias individuales y culturales.

Tareas que te pueden llevar a un estado de “Flow”

Aquí te presento algunas actividades que te pueden llevar a un estado de “flow” o fluir:

  1. Arte Creativo: Pintura, dibujo, escultura y otras formas de expresión artística pueden llevar a un estado de flujo, donde los artistas se concentran completamente en su obra.
  2. Música: Tocar un instrumento musical, componer música o simplemente tocar tus canciones favoritas en un instrumento puede llevarte al flujo.
  3. Deporte: Actividades deportivas como el baloncesto, el fútbol, el tenis o la natación, donde tus habilidades se igualan con el desafío, son propicias para el flujo.
  4. Juegos de Mesa: Juegos que requieren estrategia y concentración, como el ajedrez, pueden inducir el estado de flujo.
  5. Escritura: Escribir historias, poesía o incluso mantener un diario personal puede ser una actividad de flujo.
  6. Jardinería: Muchas personas encuentran el flujo al cuidar sus jardines, plantando flores o cultivando vegetales.
  7. Cocina: Preparar comidas complejas o experimentar con nuevas recetas puede llevarte a un estado de concentración profunda y satisfacción.
  8. Yoga y Meditación: Estas prácticas enfocadas en la mente y el cuerpo pueden ayudarte a entrar en un estado de flujo, especialmente cuando te concentras en la respiración y el movimiento.
  9. Aprender Nuevas Habilidades: Cualquier actividad que te desafíe a aprender algo nuevo, ya sea un idioma, una habilidad musical o una disciplina artística, puede inducir el flujo.

Nueve condiciones para entrar en un estado de “Flow”

Según   Csikszentmihalyi, (2002), existen nueve dimensiones o condiciones que nos ayudan a entrar en un estado de fluir. Cuando estas condiciones están presentes aumenta la probabilidad de que nos comprometamos con la tarea y disfrutemos el momento.  A continuación, te las presento con una breve descripción:

  • Un balance entre desafío y habilidades: El flujo sobreviene cuando se produce un equilibrio entre los desafíos de la tarea o actividad que estamos afrontando y las habilidades de las que disponemos para dicho afrontamiento. Si las tareas que realizamos son muy fáciles produce aburrimientos, pero si es muy difícil nos produce ansiedad.  Para poder entrar en un estado de “Flow” la actividad debe de estar un poco por encima que nuestras capacidades. En otras palabras, lo que nos pone en un estado de “Flow” es el asumir tareas desafiantes para las que disponemos de las habilidades necesarias
  • Metas Claras: Es importante que ese desafío que vamos a hacer tenga metas claras, esto hace que aumente la probabilidad de poder disfrutar lo que estemos haciendo.
  • Concentración en una sola tarea: Para entrar en un estado de fluir tenemos que concentrarnos en una sola tarea evitando la multitarea.
  • Sensación de control: Cuando fluye, la persona siente que tiene un alto grado de control sobre lo que sucede.
  • Exclusión de otra información: En el estado de flujo no hay lugar para recibir una información que no esté asociada con la actividad.
  • Olvidarse de uno mismo: En un estado de “Flow” la conciencia propia se desvanece porque la atención está focalizada en la actividad que propulsa la experiencia de “Flow”. Toda la energía física y psíquica está involucrada en la realización de la tarea.
  • El tiempo se transforma: En el estado de “Flow”,  las horas pueden parecer minutos, mientras que en otras ocasiones unos segundos pueden transformarse en infinito.
  • Motivación intrínseca y gratificación: Una actividad que produce tales experiencias es tan agradable que las personas desean realizarla por sí misma, y se preocupan poco por lo que van a obtener de ella, incluso aunque la actividad que realizan sea difícil o peligrosa.

Para concluir podemos decir que el “Flow” es un regalo que todos tenemos la capacidad de experimentar en nuestras vidas. Es una puerta hacia el bienestar psicológico y la satisfacción personal. Al buscar actividades que nos permitan entrar en este estado de flujo, podemos enriquecer nuestras vidas y encontrar la clave de una felicidad genuina. La próxima vez que te sumerjas en una actividad que amas y sientas que el tiempo se detiene, recuerda que estás en el camino hacia el bienestar y la plenitud. El “Flow” es una guía en nuestro viaje hacia una vida más rica y significativa. ¡Empieza a buscarlo en tu vida cotidiana y descubre su poder transformador!

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